Durante mi época escolar no escuché que el mar peruano en la zona de Tacna y Moquegua estaba seccionado en diagonal debido a la delimitación marítima con Chile. Hoy vemos que esa línea no divide de modo equivalente las aguas navegables para Perú.
De nada valió las conversaciones en los foros internacionales ni reuniones entre ambas cancillerías para lograr un acuerdo. Ambos países concertaron llevar el diferendo ante la Corte de La Haya (The Hague).
En esta ciudad considerada la tercera más importante de Holanda, hay un palacio o sede que estudia los casos y ejerce jurisprudencia internacional para los países que lo soliciten. Para mi entender, es evidente el nerviosismo de Chile si en la cosa juzgada favorezca al país "hermano" de Perú. Sus conspicuos "ad vocatus" (abogados) ya deben haber anticipado como desconocer el fallo de La Haya, y que la sanción internacional no les cubra como huayco.
Por mi parte, le digo a los diplomáticos sureños, que se calmen dando un paseíto en bicicleta por las calles de color gris cálido y cepia que caracteriza la tierra del pintor Rembrandt.
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