Mi Cuento sobre Elecciones 2011

El pasado del futuro (del libro "Visa a Perusalem")

Y llegó el segundo domingo de abril de 2011.

Día para que Barotti ronque hasta tarde y se levante para cumplir el deber. No quiere levantarse, el verbo deber le hace recordar lo que debe a la SUNAT, y no es una cantidad pulga: doce mil dólares en impuestos, portes, costes e intereses y, sobre todo, el inminente embargo coactivo. Ya lo tiene planeado para no pagar, sin fingir que estiró la pata. Tiene cuarenta y cinco años y seguirá viviendo... pero en otro país, hasta que duplique su edad.
La deuda lo tiene intranquilo como gusano que cae en gallinero, sin fuerza mínima para enamorarse del humor. Entonces toma el periscopio de los anhelos, pone el ojo derecho, aprecia la ciudad pequeña de Ventimiglia al norte de Italia, cerca de la frontera con Francia.

Él vive su propio conflicto, los pocos amigos lo olvidaron. Piensa: “Tengo celular, nadie me llama. Tengo messenger, y compruebo que mis doce contactos me pusieron en No Admitir”. Barotti lleva veinte años de casado, a lo mejor es feliz y no se ha dado cuenta. Después del arrepentimiento breve reconoce lo mezquino de comunicación que fue con Josué su amigo de niñez, y lo tímido ante la belleza de la niña Fidela. ¿Para qué amargarse con la deuda y el embargo?
Barotti agrega tres cucharaditas de azúcar al café mientras la waflera tuesta el pan y funde el queso. “Yo no voy a darles de comer a esos coactivos”. Barotti acabó de desayunar. “No tengo doce mil dólares para pagar a la SUNAT, pero sí dos mil, y prefiero invertirlos para viajar a Italia. ¡Impediré que caiga la Torre de Pisa!”.

Barotti, antes de salir y llenarse del bullicio que ensuciaba y alegraba las calles, revisa su email. “¡Qué milagro, Fidela me escribió después de dos años! Título: Dios te bendiga hermano”. Luego Barotti dice: “Lo leeré mañana lunes… y espero contestarle desde Italia, cuando Dios me bendiga”. Él recién le contestó el 2031.

Sale de casa y reincide en el pensamiento de aterrizar en Roma. Se imagina estar recitando frases de Cantares de Salomón: “Tu sei tutta bella, amica mia / Le grandi acque non potrebbero spegnere l’amore”. Barotti vuelve a la realidad de su vecindario. El deber lo llama y camina como pensando para dar cada paso en este día de Elecciones Presidenciales 2011. Mira los centenares de afiches que cubren el extenso paredón del estadio municipal de Surquillo. “Esos dos candidatos son iguales, nadie promete hacer la reforma tributaria. Mejor lo decido en la cámara secreta”...