grafismo creativo

grafismo creativo

lunes, 20 de diciembre de 2010

Discurso de mi hijo




El 21 de diciembre se realizó la Clausura del Colegio. Y la Promoción que egresó de quinto de secundaría, desfiló con toga y birrete. A mi hijo, le tocó dar el discurso de honor, en mérito a que ocupó el primer puesto en los cinco años. Esto fue lo que dijo:
"Puedo imaginarme muchas cosas. Puedo imaginar, tal vez, un mundo cuyo gobernador sea la alegría. Pero también puedo imaginar un mundo vacío, triste, de estado deprimente. Todo eso puedo crear en mi cerebro, pero lo que me niego a imaginar, es mi vida fuera de este colegio. La razón: me cuesta creer que dejaré a quienes me acompañaron durante gran parte de mi vida. Simplemente, no puedo.

El recuerdo no me es difuso: claramente puedo verme en mi primer día de clases: pequeño y con gran temor. Y hoy, a puertas de mi egreso, soy consciente que me toca volar e iniciar una nueva etapa. Etapa en la que se pondrá a prueba mi fe y mis convicciones. El tiempo pasó y yo ni cuenta me di.

Esta institución me dio mucho. Me regalo, quizá los mejores años de mi vida. Aquí aprendí, crecí, conocí, amé y hasta me enojé. Pero quiero resaltar algo: el saber humano no fue la única materia de instrucción, los valores y principios jugaron un papel importante. Fueron los consejos, regaños y presiones, los encargados de formarme en el buen camino y crear en mí un carácter apto para enfrentarme a la sociedad de hoy.

Quiero agradecer a Dios, el dador de la vida. Porque de Ti viene el conocimiento y la sabiduría. Tú me diste los talentos y capacidades que hoy poseo. Tú me acompañaste durante todo este tiempo. Has podido ver mi soledad, en ocasiones. Me has acompañado en alegrías. Secaste mis lágrimas y te empecinaste en dibujarme una sonrisa. A ti te debo todo. Quiero también agradecer públicamente a mis padres: José y Cledy. Papá, gracias por la sabiduría impartida y las risas compartidas. Si pudiera elegir a otro padre, te volvería a elegir, con tus virtudes y fallas. He aprendido a quererte. Mamá, la que soportó las crisis, rabietas y discusiones. Eres la mujer que más me ha amado. Eso lo reconoceré hasta el fin de mis días. Te amo.

Quiero ahora dirigirme al área docente. Miss Ruth, gracias por las sonrisas y el amor que nos demuestra. Usted es un claro ejemplo del poder de Dios. Hoy se van sus hijos, pero el cariño que nos regaló, la hará vivir siempre en nuestras memorias. Profesor Jonathan Ramírez, gracias por el tiempo, la dedicación y la amistad que compartimos. De no haber sido nuestro tutor, no seríamos el grupo humano unido que somos ahora. Es como un hermano mayor, aquel que nunca tuve, y que ahora no veré con tanta continuidad. Gracias por todo. También quiero mencionar a todos aquellos profesores que han sido parte de este proceso: Sosaya, Romani, etc. A todos ustedes, quienes están en mi memoria, gracias por lo que dieron por mí. Gracias por el tiempo y el esfuerzo que dieron. A mi promoción, mis hermanos y hermanas, gracias por la vida que compartimos. Los tendré presentes en mi pensamiento. No perdamos la amistad, ni dejemos que el tiempo la disuelva. Son un gran regalo de Dios. Cada uno es especial y tiene mucho que dar. Los extrañaré. Los amo. 

Si algún calificativo le puedo poner al tiempo, con justa razón, es el de cruel. Lo hecho, hecho está. Nuestro pasado no puede ser modificado. No podemos retroceder e impedir errores que hoy nos vienen a memoria. Tampoco podemos ser eternos adolescentes que no quieren que el tiempo pase, pues saben que esto implicará separación. La vida continúa. Las metas llegarán y un futuro he de construirme. Pero sé que no estoy solo, Dios está de mi lado. Hoy me iré, como una paloma con lágrimas en los ojos. Hoy toca decir: Gracias. Hoy toca decir: Adiós, o mejor dicho, hasta luego".

No hay comentarios: